Después de un calamitoso accidente automovilístico, el escritor Paul Sheldon progresivamente va recobrando la conciencia en una extraña y muy particular habitación. Y entre la neblina de la inconciencia logra distinguir a una misteriosa mujer. Así arranca Misery de Stephen King, arranca con el protagonista hecho pedazos y envuelto en la más trágica de las incertidumbres. Arranca con un Paul Sheldon sin la más mínima idea de que aquella misteriosa mujer pondrá su vida patas arriba. Y esa misteriosa mujer es nada menos que Annie Wilkes, una inestable y obsesiva antagonista, autodenominada fanática número uno de Sheldon, y sobre todo de su creación: Misery Chastain. Pero Misery Chastain ha muerto. O mejor dicho, ha muerto bajo la pluma de su creador. Y a la intransigente Annie no le hace ninguna gracia la pérdida de su admirada adoración.
Misery es una novela ambiciosa, cruda y realista al extremo. Mediante las desventuras de Sheldon, King nos presenta una obra increíblemente descarnada y sin concesiones. Y además nos demuestra la agilidad y el oficio con que estructura la novela: a partir de la bruma mental que padece el protagonista, la trama va escalando hasta adentrarnos en una magistral clase de escritura. Narrada con un lenguaje fresco, repleto de espeluznantes imágenes y con un ritmo perfectamente controlado, esta novela ahonda en las profundidades del alma humana y es una perfecta oda a la literatura.
Leer Misery es una experiencia recomendada para todo lector y es una lección explícita para cualquier aprendiz a escritor o escritor en formación. Adentrarse en esta obra maestra fraguada en las más tórridas y pesadillescas forjas del infierno es una experiencia recomendada y necesaria.